Por: Lic. Luis Edmundo Espino Salgado
La corrección política tiene como misión prevenir actos que afecten a minorías, fomentar la empatía y reducir la desigualdad en la sociedad. En otras palabras es una utopía.
En la opinión de su servilleta manchada, lo políticamente correcto es una bandera que se esparce (como el coronavirus en Acapulco) de forma irrefrenable y totalmente descontrolada. Comenzó eliminando terminología ofensiva de las escuelas como: retrasado o maricón. Epítetos que resultan de lo más desagradables.
Sin embargo, los promotores de la corrección política han sobrepasado sus atribuciones. Primero tratan de modificar la lengua, someten al escrutinio la literatura y el cine, y llegan a extremos irrisorios como la defenestración de arcaicos dibujos animados.
Este exceso de regulación supone la incapacidad intelectual de las nuevas generaciones para distinguir entre la fantasía y la realidad. Siempre habrá un niño desorientado imitando a Superman, mas no es la tendencia de la mayoría de los chamacos. Más de alguno verá en Pepe Le Pew a un Don Juan de pacotilla, quizás, algún despistado se identifique con él; recuerdo que en mi infancia este personaje siempre fue para mí un zorrillo insufrible usado como relleno.
Políticamente correcto debería ser un parámetro común usado por los gobernantes para expresar sus ideas propagandísticas, evitando a toda costa las injurias o desacreditación sin fundamento que fomenten el linchamiento público o el ensalzamiento de sentimientos xenófobos, homófobos, patrioteristas y supremacistas.
Para algunos periodistas (que distan de la realidad) “Brozo, el payaso tenebroso” es comparable con Salgado Macedonio, trayendo a la palestra un debate inexistente orquestado por perversos actores ocultos tras bambalinas que buscan la distracción de la audiencia. Cabe aclarar que el personaje de Brozo busca de manera deliberada representar una antítesis de las formas preestablecidas, por lo que la tendenciosa comparación con Salgado Macedonio o con Andrés Roemer resulta absurda, tanto como meter en un mismo saco y castigar con la misma pena un piropo banquetero emitido desde una construcción, y una agresión directa a la integridad de una o 61 personas.
La corrección política es esencialmente aplicable para los líderes de la sociedad, que son las personas obligadas a dirigirse con probidad para con todos los gobernados. Subrayo todos. ¡Prediquen con el ejemplo y el tiempo les dará la razón!
Barrabasadas semanales
Hablando de probidad, qué mejor ejemplo que la familia Beltrones, a quienes les encontraron diez milloncitos de dólares perfectamente resguardados en Andorra. De acuerdo con la senadora Sylvana, hija de Manlio, este capital es el producto de la venta de un edificio de su propiedad. Para evitar a la mala leche que ronda por el país, sin duda se mostrará la evidencia de que esta irrisoria transacción se reportó al SAT; de lo contrario la DEA o el gobierno de Chihuahua ya se han de andar frotando las manos para rastrear el origen de esa lana.
Fiel a su naturaleza medieval, el Vaticano aseveró que la iglesia católica no bendeciría las uniones entre personas del mismo sexo. De por si ya nadie quiere cumplir con este sacramento y los jerarcas todavía poniéndose los moños en la sotana.
El vaticano afirma que «el juicio negativo sobre la bendición de las uniones de personas del mismo sexo no implica un juicio sobre las personas» SIC, simplemente no avalarán una relación que nace en el pecado de libre elección.
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