Por: CP & MBA José Francisco Sandoval Villegas
Ya en repetidas ocasiones hemos tocado el tema de el porque la gasolina no baja o no la quiere hacer bajar el gobierno o incluso por qué no la quieren hacer bajar los empresarios gasolineros, lo cierto es que mientras se echan la bolita los que pagamos el preciado hidrocarburo y sufrimos los embates de sus precios somos los mexicanos.
Por una parte tenemos a un gobierno que con tal de seguir recaudando más por la venta de hidrocarburo y cobrar el famoso IEPS pues de ninguna manera va a dejar de recibir ese dinero que en gran parte le ayuda para generar el recurso y hacerle frente a los distintos programas sociales que tiene actualmente, se ha recaudado por concepto de IEPS de gasolinas la mayor cantidad en la historia del país así que por mucho que diga AMLO que su intención es bajar el precio, en el fondo gobierno sabe que el precio alto le beneficia de manera indirecta.
Ahora bien están los empresarios gasolineros quienes obedeciendo las leyes del mercado pues no bajaran el precio del combustible dado que el mercado ya lo acepta (más por necesidad que por gusto) a determinado precio, ellos alegan (y en algunos casos con justa razón) que el precio se incrementa debido a los costos de distribución que implica abastecer el combustible hasta donde se encuentre la estación de servicio, además de ya con la competencia o mercado abierto pues hay quienes les ponen “aditivos” a los combustibles y esto aunado a que el empresario como cualquier otro tiene costos y gastos que cubrir para que esto sea negocio, además obviamente de que le genere una utilidad la venta de combustibles.
En alguna ocasión ya el presidente amenazó con que si era necesario el gobierno crearía su empresa para poder vender más barato el combustible, esta sin duda si sería una opción verdadera de poder ofrecer el combustible más barato, sin embargo el costo de acuerdo a las maneras en el como gobierno históricamente se ha manejado con sus empresas a futuro saldría sumamente caro, ya podemos avistar sueldos estratosféricos, corrupción, esquemas poco claros, un sindicato y todo esto a costa de que los mismos impuestos y parte del presupuesto.
Otra opción que no le gusta para nada al gobierno “conservador” por irónico que parezca es la de congelar el precio del producto, esto es que por ordenes del gobierno el precio que se ofrezca al público en general no rebase determinada cantidad, y así tal y como ha pasado con algunos otros productos como la tortilla por ejemplo se pueda ofrecer el producto más barato.
Todo esto son algunas alternativas que se pueden implementar pero no hay que dejar de observar que el principal problema que se tiene para la poder pagar el combustible al precio que fuera, es y seguirá siendo el poder adquisitivo de la moneda, combatir la inflación y junto con esto desarrollar la competitividad de las empresas, que si lo vemos de manera objetiva es difícil si tomamos en cuenta que a Pemex le ha llovido sobre mojado y que algunos expertos de manera tendenciosa o no, (eso el tiempo lo dirá) la califican de empresa basura, hay que tomar en cuenta todo lo que anteriormente se mencionó del como se manejan las empresas u organismos de gobierno es muy difícil que Pemex se sacuda todo ese lastre que carga de administraciones por demás nefastas.
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