Por: Luis Edmundo Espino Salgado
Cuántas veces hemos escuchado que “todo lo pasado es mejor”. Esta premisa carente de sustento y emitida por mera percepción nubla la visión del opinante, ya que su aseveración está plenamente basada en un prejuicio. La expresión previamente expuesta es una constante que afecta al presidente y lo lleva a actuar por puro revanchismo o berrinche. La irremediable obstinación presidencial no tiene límites ni oído para la crítica, ya que en esencia todo aquello nacido entre 1988 y el 2018 es corrupto y neoliberal, que se apresta a robarse el presupuesto. Por esa razón, en su gabinete abundan los integrantes del periodo Preclásico de Mesoamérica cuya función primordial era la caza y la recolección.
AMLO como opositor, antepuso la obstinación como eje central de su campaña. Dicho atributo lo mantuvo vigente por doce años, tras perder (haiga sido como haiga sido) en el 2006. La semana pasada, después del fallo del Tribunal Electoral que dejó sin candidatura a Don Macetonio, AMLO propuso desaparecer al INE, pensando que el poder judicial lo puede absorber y de paso, por qué no, dejar a cargo a Manuel Bartlett. Otro instituto que está en la mira es el INAI, que podría ser dirigido fácilmente por San Juana Martínez, amante de la objetividad (le gusta apuntar a ciertos objetivos) y la información (ya que le encanta inventársela).
Hablando del pasado, el sábado pasado se les andaba pelando el otrora famosísimo Güero Palma. La alarma se prendió en las redes sociales donde se aseguraba que un juez había ordenado su liberación, algo así como lo ocurrido con Caro Quintero hace algunos años. Este modus operandi prendió las alarmas al gobierno federal, que, más preocupado por “el qué dirán”, se lanzó a buscar una causa pendiente para lograr retener al capo de antaño. Así como se las gasta el gobierno actual, seguramente lo acusarán de no haber presentado sus declaraciones de impuestos en los últimos ocho bimestres.
Otra vez la línea doce. Nada que agregar. Un problema viejo que Marcelo Ebrard ha venido arrastrando desde que terminó su periodo como Jefe de Gobierno. Miguel Ángel Mancera hará un acto de desaparición ya que se supone que su gobierno auditó y rehabilitó el trabajo de la administración anterior. Claudia Sheinbaum tendrá que hacer malabares como saltimbanqui para salir bien librada. Se anunció que una empresa Noruega hará el peritaje del “accidente”, seguramente encontrará corrupción, surrealismo e irregularidades al por mayor. Más vale que este peritaje tenga tiempo suficiente porque la problemática inició con los Aztecas que construyeron una ciudad sobre un lago.
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