Por: Lic. Luis Edmundo Espino Salgado
México no duele, lacera. Una mujer de aspecto humilde con la pobreza tatuada, pobreza en todos los sentidos de la palabra. Sentada en una banca, mirada resignada y sin una lágrima más que dar. Le robaron a su hijo y la Fiscalía del Estado de Veracruz le entrega los restos encontrados de la víctima de desaparición en dos pinches bolsas de basura. Simplemente inenarrable.
México no es ajeno a la brutalidad policiaca. No nos parece extraño el racismo. Somos fervientes practicantes del clasismo. La policía de Tulum desnudó a la sociedad y dejó en evidencia la descomposición social. Ante una denuncia de alteración del orden público, cuatro policías, entre ellos una mujer, detuvieron con lujo de violencia a la sospechosa. Dicha mujer fue sometida por la agente femenina hasta fracturarle una vértebra. Lesión que la llevaría a la muerte. Los cómplices y metiches miraban y video grababan la escena con morbo y desdén. La víctima, de nacionalidad salvadoreña, clamaba por ayuda sin que nadie se prestara a brindársela.
Hoy la indignación que me acongoja se debe a la sociedad del Twitter, más preocupada por comentar las fantochadas de Salinas Pliego y burlarse de y con las payasadas de Chumel Torres, que censurar las injusticias sociales que día con día viven los conciudadanos. Una red que se lamenta más por los desmanes en manifestaciones feministas y miran hacia otro lado ante los feminicidios en flagrancia.
Clara Luz, candidata de Morena para la gubernatura de Nuevo León emanada del PRI, negó tajantemente ante Julio Hernández López el haber tenido alguna relación con Keith Raniere, líder de la secta conocida como NXIVM. Luz clarita aseguró que ella únicamente había participado en un curso de superación personal. Aproximadamente veinticuatro horas después, un video dejó en evidencia que Luz clarita no sólo conocía al predador sexual sino que también le profesaba gran admiración.
Claudia Pavlovich acusó a la opinión pública (o sea a medio México) de violencia de género. Todo por un supuesto despilfarro de su patrimonio (suyo de ella) en el bodorrio de su hija. ¿Cómo guardar las apariencias ante dos expresidentes de México? ¿Cómo guardar mesura mediante una boda íntima? Si por lo menos tienen mil cuatrocientos amigos. Basta de censurar la opulenta fiesta, ni que estuviéramos pasando por una pandemia que ha causado más de trescientos veintiún mil muertes.
Es curioso ver cómo en una misma semana queda de manifiesto la profunda desigualdad del país, donde conviven mujeres de primera con mujeres de cuarta.
Comments