Por: Lic. Luis Edmundo Espino Salgado
Todos ganan Todos ganan. Breve sentencia con carácter inapelable que proviene del juego de la perinola que señala que cada participante recibe algo. Un regalo del azar que deja a todos contentos. En realidad, tan dadivosa casilla resulta una efímera utopía previa al próximo giro del artefacto dictador de los destinos. En esencia, los comicios electorales del domingo pasado se vieron regidos por la casilla de “todos ganan”. El PAN retuvo dos gubernaturas importantes y propició una derrota legislativa a su archienemigo MORENA. El PRI escaló posiciones en el Congreso de forma vertiginosa. MORENA si no ocurre algo de último minuto ganará once gubernaturas. El PT conservará su registro. Movimiento Ciudadano se queda con la gubernatura de Nuevo León. El Partido Verde tendrá más de cuarenta legisladores convirtiéndose en una bisagra que decidirá si con melón o con sandía.
Todos pierden. La otra cara de la moneda en el juego electoral. El PAN reduce su fuerza en el congreso y depende de una perniciosa alianza con el PRI para mantenerse como verdadera fuerza de oposición. El PRI pierde gubernaturas al por mayor y sus legisladores no miran con malos ojos a MORENA. MORENA pierde posiciones en el Congreso y es vapuleado en la Ciudad de México. Dos o tres partidos de los que no quiero acordarme pierden su registro.
Estoy agradecido de que esta contienda electoral haya llegado a su fin. Entre los AMLOVERS de pena ajena y la Oposición rabiosa, ya me tenían hasta el copete de Peña Nieto. Una lección de esta elección es que nadie tiene nada, el electorado informado o no, da y quita sin miramientos. Más de un candidato se quiso adelantar al triunfo y su fallido cantar a la victoria se volvió un chascarrillo. Seguimos padeciendo los inexplicables triunfos propios de todas las democracias, como el de la becerra (hija del toro) y el del Fosfo fosfo. Aunque estos y otros debemos achacárselos a la clase política por la falta de talento en sus filas.
Esta semana el ministro Zaldívar convocará al resto de sus pares para analizar el transitorio hecho a modo que tanto pesa y no mucho ayuda. Veremos qué intenciones se esconden bajo esas togas negras.
Pues aquí estamos dándole hacia adelante a pesar de que los catastrofistas decían que no pasábamos ni de enero. Ojo con los negocios de último minuto que se planean desde ahorita para cerrar bien sus administraciones. Por favor querido lector, no se quite el cubrebocas ni para comer, porque esto aún no termina.
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